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¿Cuál es la diferencia entre Filtrar y Purificar agua?

El acceso a agua limpia es un derecho esencial y una necesidad para la salud. Sin embargo, cuando se trata de mejorar la calidad del agua que consumimos, a menudo nos enfrentamos a dos términos que pueden generar confusión: filtrar y purificar. Aunque ambos procesos están relacionados, sus diferencias son clave cuando buscamos asegurarnos de que el agua que bebemos o utilizamos sea segura. Aquí, te explicamos de manera detallada en qué consiste cada uno y cuándo es más adecuado usar un filtro o un purificador.

¿Qué significa Filtrar el agua?

Filtrar es un proceso físico que se refiere a la eliminación de partículas sólidas suspendidas en un líquido, utilizando un material poroso o una malla. Este proceso se aplica comúnmente en sistemas domésticos y comerciales para tratar agua o aire. En el caso del agua, las partículas retenidas pueden ser desde sedimentos y arena hasta microorganismos de cierto tamaño.

Una de las formas más sencillas de entender este concepto es a través de un ejemplo cotidiano: imaginemos una taza de café. Si añades una cucharada de azúcar, esta se disolverá fácilmente en el líquido caliente, pero si añades demasiada, como tres o cuatro cucharadas, algunas partículas no se disolverán y se quedarán al fondo de la taza. Estas partículas no disueltas representan los sólidos suspendidos, y son precisamente lo que los filtros eliminan del agua.

Tipos de filtros y su importancia

Los filtros vienen en diferentes tamaños de poro, que se miden en micras. Dependiendo del tipo de contaminantes que deseas eliminar, deberás elegir un filtro con la malla adecuada. Por ejemplo, un filtro de agua típico puede tener un tamaño de poro de entre 5 y 10 micras, lo suficiente para retener sedimentos visibles o partículas grandes, pero insuficiente para detener microorganismos más pequeños como bacterias o virus, que suelen tener tamaños inferiores a 0.2 micras.

Los filtros más comunes incluyen:

  • Filtros de malla: Retienen partículas grandes.
  • Filtros de cartucho: Usados para retener sedimentos en procesos de prefiltración.
  • Filtros de arena, antracita o zeolita: Utilizados en sistemas de tratamiento de agua a gran escala, especialmente en plantas de tratamiento industriales o municipales.

Si bien estos filtros son efectivos para eliminar sólidos suspendidos de agua o líquidos, no eliminan contaminantes disueltos, como sales minerales, bacterias o sustancias químicas. Aquí es donde el proceso de purificación entra en acción.

¿Cuándo el Filtrar no es suficiente?

Es fundamental entender que filtrar no es suficiente cuando el objetivo es eliminar contaminantes microscópicos. Aunque el agua filtrada puede parecer limpia y libre de impurezas visibles, sigue conteniendo contaminantes disueltos como bacterias, virus y ciertos químicos. El tamaño de los poros en los filtros convencionales no es lo suficientemente pequeño como para bloquear estos contaminantes, y esto plantea riesgos si el objetivo es hacer que el agua sea potable.

Un ejemplo es el de los virus y las bacterias en el agua. Aunque son sólidos suspendidos y no se disuelven, su tamaño es diminuto (mucho menor que el de la mayoría de las partículas visibles), lo que permite que pasen fácilmente a través de un filtro convencional. Para retenerlos, se necesitaría un filtro extremadamente fino, con poros de menos de 0.2 micras.

Aquí es donde entra el proceso de purificación, el cual abarca no solo la filtración, sino también otros métodos que aseguran que el agua esté completamente libre de patógenos y contaminantes químicos.

¿Qué es purificar del agua?

Purificar significa eliminar no solo los sólidos suspendidos, sino también contaminantes disueltos que pueden incluir microorganismos patógenos y sustancias químicas dañinas. A diferencia de la filtración, que es principalmente un proceso físico, la purificación abarca una variedad de métodos que pueden ser tanto físicos como químicos.

Métodos comunes de purificación

  1. Carbón activado: La purificación generalmente comienza con eliminar elementos en el agua disueltos. El carbón activado son una de las herramientas más utilizadas en esta etapa, ya que pueden absorber contaminantes orgánicos y ciertos químicos como el cloro.
  2. Desinfección: Para eliminar bacterias y virus, la purificación incluye procesos de desinfección como el uso de luz ultravioleta (UV) o productos químicos como el cloro. Estos métodos inactivan los microorganismos, haciéndolos inofensivos para el consumo humano.
  3. Ósmosis Inversa: Este es uno de los sistemas más avanzados de purificación. La ósmosis inversa utiliza una membrana semipermeable que no solo filtra partículas grandes, sino que también elimina contaminantes disueltos, como metales pesados y microorganismos microscópicos. La ventaja de este sistema es su capacidad para eliminar incluso las sales y minerales presentes en el agua, obteniendo agua extremadamente pura.

En muchos sistemas de purificación doméstica y comercial, la ósmosis inversa es combinada con otros filtros, como la ultrafiltración para proporcionar una solución completa de purificación de agua. Un dato interesante es que, sin una protección previa adecuada, la membrana de ósmosis inversa podría saturarse o dañarse rápidamente debido a su delicadeza.

Purificar el agua es un proceso químico que elimina o expulsa toda la materia orgánica e inorgánica disuelta.

La purificación del agua es un proceso químico o físico a nivel molecular que elimina o expulsa del agua toda la materia orgánica e inorgánica disuelta. Puede llevarse a cabo por diversos métodos, como la destilación, la ultra o nano filtración, proceso de osmotización y la adsorción con carbón activado. La purificación del agua se utiliza para potabilizarla después de haber sido contaminada con sustancias nocivas como bacterias o productos químicos como el arsénico.

Filtrar vs. Purificar: ¿Cuál Necesitas?

Entonces, ¿cuál es la diferencia clave entre filtrar y purificar? Básicamente, el filtrado es un proceso que elimina partículas grandes y visibles, mientras que la purificación es más exhaustiva y elimina también contaminantes invisibles, asegurando que el agua sea segura para el consumo humano.

¿Cuándo utilizar un filtro?

Si lo que deseas es eliminar sedimentos, arena o partículas suspendidas en el agua, un filtro será suficiente. Estos sistemas son útiles para mejorar la calidad visual del agua y para eliminar contaminantes físicos que puedan ser perjudiciales para la salud si se ingieren en grandes cantidades.

Por ejemplo, si obtienes agua de un pozo o fuente natural, un filtro básico puede ser suficiente para eliminar hojas, tierra u otros sedimentos que a simple vista contaminan el agua. Sin embargo, no debes asumir que el agua filtrada es potable, ya que sigue conteniendo microorganismos y posibles contaminantes químicos.

¿Cuándo optar por la purificación?

Si el agua que utilizas tiene contaminantes biológicos (como bacterias o virus) o químicos disueltos (como cloro, metales pesados o pesticidas), entonces la purificación será necesaria. Los sistemas de purificación son ideales cuando el objetivo es producir agua potable segura, libre de cualquier contaminante que pueda representar un riesgo para la salud.

Un punto clave a tener en cuenta es que, típicamente, la purificación incluye la filtración como primera etapa. Esto significa que tanto los filtros como los purificadores trabajan en conjunto para garantizar que el agua esté completamente libre de cualquier tipo de impureza.

Ósmosis Inversa: La Solución Avanzada para la Purificación del Agua

La ósmosis inversa es el método más avanzado y efectivo de purificación de agua disponible en la actualidad. Su capacidad para eliminar hasta el 99% de los contaminantes, incluidos los disueltos como el sodio, el cloro, el plomo y microorganismos, la convierte en la opción ideal para quienes buscan el agua más pura posible.

El proceso de ósmosis inversa requiere que el agua pase por varias etapas de filtración y purificación antes de llegar a la membrana de ósmosis. Este sistema suele incluir un filtro de sedimentos para eliminar partículas grandes y un purificador de carbón activado que retiene sustancias químicas y orgánicas. Una vez que el agua ha pasado por estos filtros, finalmente llega a la membrana de ósmosis, donde se elimina cualquier contaminante restante.

Es importante mencionar que la ósmosis inversa elimina incluso los minerales esenciales del agua, lo que puede ser un inconveniente si se busca agua rica en nutrientes. Sin embargo, para aquellos que priorizan la pureza por encima de todo, esta es la opción más segura y eficaz.


Elegir entre Filtrar y Purificar agua

A la hora de elegir entre filtrar y purificar, es importante evaluar tus necesidades específicas. Si tu objetivo es eliminar partículas grandes y visibles, un filtro será suficiente. Pero si buscas garantizar agua potable segura y libre de bacterias, virus y contaminantes químicos, un sistema de purificación, especialmente uno basado en ósmosis inversa, será la opción más adecuada.

Recuerda que no todo filtro es un purificador, y aunque el agua filtrada pueda verse limpia, la purificación es el proceso que verdaderamente garantiza su seguridad para el consumo.

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