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La limpieza y el lavado son dos de los procesos más importantes en la vida de una membrana de ósmosis inversa. El proceso de limpieza se utiliza para eliminar la suciedad, las bacterias y otras sustancias que pueden dañar la membrana. El lavado se lleva a cabo después de la limpieza para eliminar cualquier contaminante restante que pueda causar el ensuciamiento de la membrana durante el funcionamiento. Ambos procesos se discutirán a continuación junto con las recomendaciones para los agentes antiincrustantes (un tema que no suele ser necesario para las membranas de ósmosis inversa).
Quizá se pregunte: ¿Qué es una membrana de ósmosis inversa? Pues bien, es un material semipermeable que permite el paso del agua mientras bloquea las impurezas. El proceso de utilizar la presión para forzar el agua pura a través de esta membrana se llama ósmosis inversa (OI). Las membranas de ósmosis inversa suelen ser de poliamida o polisulfona.
Las membranas de ósmosis inversa son dispositivos de película fina que separan el agua pura del agua con sales y minerales. Las membranas se fabrican con diversos polímeros, como el acetato de celulosa y la polisulfona. Las membranas de ósmosis inversa se utilizan en aplicaciones industriales y municipales, como plantas desalinizadoras, plantas de tratamiento de aguas residuales e instalaciones de producción de agua potable.
La limpieza de las membranas debe realizarse de acuerdo con las recomendaciones del fabricante. Esto puede variar de una membrana a otra, ya que los diferentes tipos de membranas tienen sus propias propiedades y cualidades para las que hay que adaptar las técnicas de limpieza.
Si la membrana se limpia con agua, se recomienda utilizar primero agua desionizada (DI) u osmotizada a una temperatura de 25°C – 80°C. El siguiente paso es eliminar los restos o partículas que se hayan desprendido con este proceso utilizando agua desionizada a 50°C – 100°C. A continuación, puede enjuagar el filtro en agua limpia a 25°C – 80°C antes de volver a ponerlo en funcionamiento. Si ha utilizado una solución limpiadora como parte del proceso en lugar de enjuagarlo sólo con agua desionizada, repita este procedimiento antes de volver a ponerlo en servicio.
Los detergentes se utilizan para eliminar las incrustaciones, los residuos y la suciedad biológica.
Los detergentes suelen ser ácidos o bases orgánicas, pero también pueden utilizarse algunos agentes quelantes. Estos productos pueden aplicarse sumergiendo la membrana en un baño o recirculando el químico por la membrana. El tiempo necesario para la limpieza depende de lo sucia que esté la membrana (por ejemplo, de la cantidad de suciedad biológica), de la concentración de la solución de limpieza utilizada y de las condiciones de temperatura durante el proceso de limpieza.
El antifouling es un proceso para eliminar la materia orgánica y otras partículas de la superficie de la membrana. Los productos químicos antiincrustantes se utilizan para limpiar la superficie de la membrana por carbonatos o sílice. Estos productos químicos suelen tener un pH elevado y ser muy alcalinos. Sin embargo, no son tóxicos e inofensivos para el cuerpo humano si se hace correctamente.
En conclusión, como puedes ver, hay muchos tipos diferentes de membranas y cada una tiene sus pros y sus contras. Espero que este artículo le haya ayudado a entender las distintas opciones. Si tiene alguna pregunta sobre su aplicación específica.
El lavado y el antifouling de las membranas de ósmosis inversa son esenciales para mantenerlas en funcionamiento con la máxima eficacia.
Es importante entender cómo el ensuciamiento puede afectar a su sistema y qué puede hacer al respecto. El objetivo final de una membrana de ósmosis inversa es eliminar las impurezas del agua, pero si la membrana se recubre de estas impurezas, no podrá realizar su trabajo con eficacia.