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En los últimos años se ha demostrado que algunos virus pueden permanecer en las superficies hasta 100 días. Este hallazgo ha dado lugar a una serie de nuevos protocolos y recomendaciones para reducir el riesgo de infección. La forma más eficaz de evitar la propagación de estos virus es la desinfección exhaustiva. Por estas razones, hemos recopilado una lista de medidas que puede tomar usted mismo en casa u oficina para poder mantener una higiene adecuada en cualquier lugar donde se dispense agua de los grifos, bebederos o llenadores de botellas.
Después de desinfectar el bebedero o dispensador, elimine el exceso de jabón o el cloro disuelto con agua limpia para eliminar cualquier residuo. Cierre el suministro de agua y enjuague la unidad con unos cuantos galones de agua limpia del grifo. Una vez enjuagada, seque el equipo, para evitar manchas en plásticos o acero inoxidable.
Los bebederos, dispensadores y llenadores de botellas se contaminan frecuentemente con virus. Esto se debe a que suelen estar colocados en zonas en las que las utiliza mucha gente, como escuelas o lugares públicos. El riesgo de contaminación puede reducirse desinfectando la unidad regularmente. ¿Cómo se debe desinfectar?
En primer lugar, limpie la unidad con un paño o una toalla de papel humedecida con agua. Esto eliminará la suciedad y el polvo de la superficie del aparato. A continuación, desinféctelo con una solución de alcohol al 70% (100 ml; 3 oz). No olvide aclarar los residuos del tratamiento. Repita esta operación regularmente para protegerse de los virus.
Estos son los pasos que puede seguir para desinfectar su fuente de agua, dispensador o llenador de botellas. Recuerde que debe repetir esta operación con regularidad para protegerse de los virus y las bacterias.