El uso del agua en la ganadería puede estar enfocado en diversas actividades como lo es la alimentación e hidratación en general del ganado, la limpieza de las instalaciones y en la producción de forraje para mantener una fuente de alimentación constante.
El contar con sistemas de tratamiento de agua en la ganadería es un punto a considerar si se quiere asegurar que el agua proporcionada a los animales de granja sea adecuada para mantener su salud y bienestar en general.
El agua consumida por el ganado interviene en múltiples procesos fisiológicos como lo es la digestión y la termorregulación. Además, el suministrar agua que no tenga las condiciones adecuadas por la presencia de contaminantes, puede traer enfermedades que afecten directamente a la productividad del ganado y la calidad de todos los productos derivados del mismo.
En la ganadería, diversos contaminantes pueden deteriorar la calidad del agua, comprometiendo la salud del ganado. Ejemplos incluyen la presencia de bacterias patógenas que causan enfermedades, metales pesados como el plomo y el cadmio, así como sedimentos que pueden afectar la seguridad del agua de consumo del ganado.